Scientology pone énfasis en la aplicación y funcionalidad de sus principios y técnicas. Cuando se practica de forma apropiada, Scientology hace a la persona capaz de desarrollarse en todos los aspectos de la vida, tanto espirituales como mundanos. Se dirige al individuo y genera más felicidad y confianza en uno mismo al incrementar la conciencia y la capacidad. Difiere de otras filosofías religiosas en que proporciona los medios mediante los cuales una persona puede resolver efectivamente los problemas y situaciones que tanto ella como sus semejantes afrontan en la vida.
Una premisa fundamental de Scientology es que el hombre es básicamente bueno y puede mejorar las condiciones que tiene en la vida. Ahora bien, Scientology no puede prometer que vaya a hacer algo por sí misma. Únicamente el individuo puede ocasionar su propia mejora a través de la aplicación de las enseñanzas de Scientology tanto a sí mismo como a los que le rodean.