Por supuesto que sí. En Scientology, el concepto de Dios se expresa como la Octava Dinámica: el impulso hacia la existencia como infinito. También se la identifica como el Ser Supremo. Como Octava Dinámica, el concepto que Scientology tiene de Dios descansa en la cúspide misma de la supervivencia universal. Como L. Ronald Hubbard escribió en La Ciencia de la Supervivencia:
“Ninguna cultura en la historia del mundo, excepto las totalmente depravadas y moribundas, ha dejado de afirmar la existencia de un Ser Supremo. Es una observación empírica que los hombres sin una fe fuerte y duradera en un Ser Supremo son menos capaces, menos éticos y menos valiosos para sí mismos y para la sociedad... Un hombre sin una fe perdurable, según la mera observación, es más objeto que hombre”.
A diferencia de las religiones de origen judeocristiano, la Iglesia de Scientology no dispone de ningún dogma establecido concerniente a Dios que imponga a sus miembros. Como sucede con el resto de sus creencias, Scientology no exige a las personas que crean en algo en virtud de la fe. Mas bien, a medida que aumenta la conciencia espiritual de uno mismo a través de la participación en auditación y entrenamiento de Scientology, uno logra su propia certeza de cada dinámica. Por consiguiente, únicamente cuando la Séptima Dinámica (espiritual) es alcanzada en su totalidad, entonces uno descubrirá y llegará a un entendimiento completo de la Octava Dinámica (infinito) y la relación de uno con el Ser Supremo.